La segunda gira de nuestra coral por el norte de Italia ha resultado ciertamente exitosa, tanto en el aspecto social como en el musical. Si la comparamos con la que realizamos en octubre de 2008 podemos concluir que al realizar hasta cuatro actuaciones en tres días el aprovechamiento del tiempo ha sido máximo, lo que nos ha resultado fundamental para rentabilizar los sacrificios previos y el esfuerzo colectivo de todos los implicados.
Detrás del acierto organizativo están sin duda nuestros anfitriones del Coro de la Universidad de la Insubria de Varese, tan bien capitaneados por Marina Protasoni y Michele Pacagnela y donde hasta el último de sus miembros ha sabido aportar algo al magnífico ambiente y al espíritu de camaradería y amistad reinantes a lo largo del fin de semana. No podemos olvidar que en esta ocasión un mayor número de entidades y organismos han estado implicados en la financiación y patrocinio de la gira y de los actos organizados. En este sentido, además de la principal aportación de la propia Universidad, es justo señalar esta vez la implicación del Ayuntamiento, de la Academia de Música y de la Iglesia Parroquial en Samarate así como el papel de anfitriones de auténtico lujo jugado por los miembros de la Coral San Pietro de Cassano Magnago cuando visitamos su localidad en plenas fiestas patronales.
En el aspecto puramente musical queremos destacar la posibilidad que, por primera vez se nos brindó, de poder cantar las cinco partes de Misa Criolla de Ariel Ramírez durante la eucaristía, alternándola además con las partes cantadas en latín por la Coral San Pietro, resultando el conjunto de una belleza y riqueza musical cargada de una emotividad contagiada de la solemnidad de la ocasión. Un par de horas más tardes, en el mismo lugar igual de repleto, volvimos a ofrecer lo mejor de nuestro repertorio, a modo de despedida de la gira o tal vez como punto y seguido hacia otros destinos geográficos y nuevas alianzas musicales. En nuestro empeño y motivación encontraremos la respuesta y en la firmeza de nuestro trabajo, la recompensa.
Mientras tanto, solo nos queda decir a nuestros colegas italianos “GRAZIE MILE”.